Fuente: El Diario

En Casa y en el Trabajo.-

Las gafas de protección contra la radiación solar (gafas de sol) están clasificadas como EPI de categoría I de acuerdo con el anexo I del Reglamento (UE) 2016/425, del Parlamento y del Consejo, de 9 de marzo de 2016 relativo a los equipos de protección individual

En la Unión Europea, las gafas de sol deben llevar marcada en la patilla, como mínimo, la insignia de la comunidad europea que se lea bien, la identificación del fabricante o del distribuidor en la UE y la referencia del modelo.

Además, las gafas de sol deben llevar la referencia de la norma europea (UNE EN 1836), las características de uso, advertencias de riesgos y restricciones, grado de protección a la luz y radiación UV, número de categoría de filtro y normas de limpieza.

Pero una de las ideas erróneas sobre el uso de las gafas de sol es que una puede servir para distintas actividades. Esto es falso ya que, en función de la actividad que se vaya a realizar (excursiones a la montaña, playa o piscina, conducción…) debe seleccionarse un tipo u otro. Unas excesivamente oscuras, por ejemplo, no son las más adecuadas para conducir.

Tampoco es cierto que las más oscuras protejan más. La protección la dan los filtros solares; en la mayoría de los casos, las gafas que se venden de manera ilegal no llevan lentes con filtros de protección solar adecuados. Algunas lentes blancas filtran el 100% de la radiación UV, mientras que otras muy oscuras no filtran correctamente la luz UVA, lo que significa que el ojo recibe más radiación UVA.

En qué fijarse para comprar gafas de sol
1. Para qué se necesitan las gafas y cuándo se van a utilizar

No deben ser iguales unas gafas que se usen para correr que unas que se lleven a la playa. En función de la actividad, se debe elegir la protección de la lente adecuada. En la playa, debe tenerse en cuenta, por ejemplo, que la arena refleja alrededor de un 15% de UV, y que la cantidad de UV aumenta un 4% cada 300 metros de altitud.

2. Las protección a los rayos ultravioletas

Este aspecto es fundamental, y que la protección sea más o menos alta dependerá de la actividad que se realice. Los rayos ultravioletas (UV) no son visibles por el ojo humano, y se dividen en UVB, que pueden provocar problemas corneales, y los UVA, más peligrosos porque pueden penetrar la córnea y el cristalino y llegar a la retina, donde pueden provocar patologías graves como cataratas.

3. La categoría de los filtros

El filtro está enumerado del 0 al 4, siendo el 4 el más alto e indica la cantidad de absorción lumínica visible; es decir, la luminosidad, que no es lo mismo que la protección a la radiación UV. Esto explica porqué una lente oscura no necesariamente protege de la radiación UV, ya que lo que absorbe o no la radiación es el material, no el color.

Categoría 0: pueden absorber de 0% al 19% de luz, se usan sobre todo en interiores y con cielo cubierto.
Categoría 1: pueden absorber entre un 20% y un 56% y se usan sobre todo en luminosidad leve.
Categoría 2: son capaces de absorber entre el 57% y el 81% de luz, suelen usarse en condiciones de luz solar media, en días nublados.
Categoría 3: son capaces de absorber entre un 82% y un 92% de luz, por tanto, en condiciones de luminosidad bastante altas.
Categoría 4: absorben hasta el 98% de luz, y están indicadas para usar en alta montaña, esquí o deportes acuáticos, en los que la incidencia de sol es extremo y también se produce reflexión lumínica con aspectos como la nieve o el agua.
4. El tipo de lente
El más adecuado, por su máxima protección, es la lente polarizada, cuyo filtro elimina todos los reflejos residuales y los efectos espejo. Por ejemplo, cuando se refleja el agua sobre superficies metálicas.
La lente degradada es aquella que, de forma gradual, aclara el tono del cristal, ya que la parte superior es más oscura y la inferior más clara. Son las más adecuadas para llevar en interiores y en horas de poco sol. Debe tenerse cuidado con el hecho de que la luz rebote al suelo o en otras superficies ya que los rayos entrarán más fácilmente por la parte degradada inferior.
Las lentes fotocromáticas son las más usadas por los deportistas y personas que realizan actividades al aire libre, que pasan de la luz directa a zonas de sombra. Este tipo de lente varía su tono según la cantidad de luz.
La lente uniforme es la que encontramos en la mayor parte de las gafas de sol. La coloración de la lente es uniforme.
5. El color del cristal
Marrón: está indicado en caso de miopía y entre sus particularidades está su capacidad para filtrar las radiaciones azules, aumentar el contraste y la profundidad de campo. Es ideal para los deportes al aire libre.
Gris: Es el más recomendado para conducir. Transmite la luz de manera uniforme y respeta los colores naturales.
Verde: Aconsejado para personas con hipermetropía y para realizar deportes náuticos. Este color permite percibir los colores sin apenas alteraciones, reduce la luz visible y no interfiere con la claridad.
Amarillo: No está indicado para conducir en días de mucha luminosidad, sobre todo para conducir. Es un importante potenciador de la luz y mejora el contraste en días nublados.
6. La montura

Las más apropiadas, según el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO), son las que cubren los laterales de los ojos porque evitan que entre la radiación solar. También es importante que no pesen en exceso y que la montura se adapte a la forma de la cara. Debe tenerse especial cuidado si las lentes son graduadas, ya que no todas las monturas son aptas. Antes debe mirarse la graduación, escoger las lentes y después la montura.